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Llevo 22 otoños sobreviviendo al mundo y viviendo en el medio de la nada, mientras plasmo el mundo en palabras desde mi punto de vista.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Carta de suicidio.

No hubo momento en el que no alardeara de ser fuerte, ¿recuerdas? Podía pasar por todo, experimentarlo, sufrirlo y superarlo, porque era mi meta, porque era lo que siempre hacía, porque es como todo el mundo me conocía. Pasa con los objetos menos pensados, por ejemplo, una cadena. Creo que eso era yo: una cadena que tiró demasiado de los extremos y se rompió. O un papel, tal vez un papel como el que ahora tienes en tus manos mientras lees ésto. Puedes romper ese papel, arreglarlo con cinta adhesiva, cortarlo y pegarlo con más cinta. No será el papel de siempre, tendrá sus modificaciones, pero seguirá estando y aguantando. Tal y como yo lo hice. Pero, llega un momento, en que el papel ya no aguanta y es sólo cinta. Es triste tener que dejarte pero, si lo pienso mucho, me arrepiento y no por mí, sino por todos ustedes. Es probable que ahora te duela mi partida, lo sé, me duele a mí también, pero todos tenemos que hacerlo, todos debemos partir en algún momento, y creo que es justo que adelante mi fecha de partida a la actual. Hey, piensa en todos los momentos que tuvimos, todas esas veces que te enojaste conmigo por algo que hice o dije, o por algo que no hice. Reproduce esos momentos para no olvidarme porque, si me olvidas, entonces es ahí que yo pasaré a la memoria o, ni eso, pasaré a ser nada. No te preguntes por qué hice ésto, podría estar escribiéndote muchas cartas con extensas justificaciones a mi decisión y ninguna te sería suficientemente buena para eso. No te enojes contigo tampoco, no es tu culpa aunque puedas llegar a pensar que es así. No pudiste ni ibas a poder detenerme, sólo mis pensamientos lo harían y ahora están callados, al fin. Decidí luchar de otra forma ésta vez, decidí ser fuerte de otra manera, y por eso ya no estoy físicamente junto a ti, ni a los demás. Pero eso no significa que no esté en recuerdos, en fotos, vídeos o en las noches más frías, en las que sientes que nadie más te comprende. Yo estoy y estaré entre todos ustedes, siempre y cuando cada uno no me olvide, no borre mi presencia de su memoria y tenga un pedazo de su corazón destinado a mí. Quisiera decirte que lo siento porque sé que no es algo que querías y sabes que siempre intenté por hacer lo que a otros feliz hacía. Estoy en mi momento de paz, de felicidad; ya no debes preocuparte por más nada. No voy a decirte que no llores, tienes que hacerlo porque es parte del proceso, limpia tu alma hasta vaciarla, pero asegúrate de volverla a llenar. Oye... no olvides que te quiero. Ahora estoy bien, si eso te interesa saber. Y sé que tú lo estarás pronto. Te quiero.

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