You should know...

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Llevo 22 otoños sobreviviendo al mundo y viviendo en el medio de la nada, mientras plasmo el mundo en palabras desde mi punto de vista.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Why don't you love me?

Cuando pensaba en la primera vez que me romperían el corazón, imaginaba a un chico que no sabía del amor o que no sabía valorar las cosas, las personas que tenía a su alrededor, pero nunca me imaginé que ese chico estuviera dentro del caparazón de mi padre.

Nunca en mi vida llegué a imaginarme, ni a pensar, que llegaría un momento donde vería una realidad distinta a la que veía. Es como si flotara en una nube gris que, aunque está llena de agua, no se libera. Es como esos sueños que nunca terminan, por más que quieras apretar el botón de stop o por más que quieras cancelar una acción como sucede en los videojuegos, por más que quieras revisar el historial y volver a otra página. Eso no va a pasar. Esto es la vida real. Y como siempre se dice... no existen los finales felices.

Pero podemos decir que los finales felices no existen para tantas cosas, pero creo que desde este punto es uno de los más tristes. Desde el punto de hija, decir que no hay final feliz en tu relación con una de las personas que te trajo al mundo es como sentir un escarbadientes molestando en el centro de tu corazón y que, cada tanto, decida moverse solo para hacerlo sangrar un poco más de lo que ya sangró, justo en el momento en que ya curaba.

Por más que intento convencerme de lo contrario, creo que cuando tu padre prefiere a su nueva pareja y los hijos de ella sobre su propia sangre, es inevitable pensar en el valor que tienes como persona o como algo más. Porque hoy y siempre... la vida giró, gira y girará entorno al amor, sea cual sea su tipo, y en el lugar que le demos.

Es increíble como algo negativo puede pesar sobre todo lo positivo que tanto tiempo te llevó construir, es como esa típica casa de naipes que se cae con tan solo respirar en su cercanía, es frágil.

Si hoy dejaste que tu orgullo ganara una vez más y no te importó, o no te pusiste a pensar en el daño que hizo a otra persona que no eras tú, déjame decirte que lo único que te va a quedar al final del día, si no es la soledad, es la locura y una roca por corazón.

martes, 4 de diciembre de 2018

The old...

Cuando la veo escribir, cuando la veo publicar, cuando lo dice... el modo en que hace todo eso, es así que descubro que una parte de su antiguo ser todavía habita en ella. Es una marca que no quiero que desaparezca jamás. Me ilumina. Es su parte más pura, al menos ante mis ojos porque así la conocí, con esa luz, esa energía, esa paz y ese entusiasmo.

Y ahora es cuando iría a hablarle, a decirle que quiero ser parte, como en los viejos tiempos, pero temo arruinar la pureza del momento; por eso, opto por permanecer en mi lugar y observarlo de lejos con una sonrisa totalmente sincera porque no hay nada más hermoso que ser parte de algo sin arruinarlo, que ver su principio y su fin sin ninguna alteración, que verlo ser...

martes, 27 de noviembre de 2018

Hasta luego.

A veces uno se ve en la necesidad de buscar algo más de lo que ya tiene o de encontrar lo que perdió. Supongo que es mi momento. No puedo seguir fingiendo que soy el mismo cuando no es así, por lo que pido perdón a quien corresponda... pero aunque no pretendo ser el mismo de antes, si quiero estar en un lugar mejor y eso creo hallarlo en una ausencia de días.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Papá.

Se suponía que ibas a ser el primer hombre que me generara confianza y, en lugar de eso, te encargaste de ser el primero en destruirla. Te encargaste de ser el culpable de la falta de confianza, de no poder ver a alguien sin dudar, de no ver sin segundas intenciones ajenas... todo porque no supiste tener valores que tus antepasados tampoco tuvieron, todo porque no supiste ser mejor que ellos.

Y ahora te crees mejor, más fuerte, más valiente, pero la realidad se resume a lo cobarde que sabes que eres, a lo cobarde que no quieres admitir que eres. ¡Qué rabia me da! Tu falta de empatía me hace entrar en cólera, siento las lágrimas correr por mis mejillas aunque no cae agua de mis ojos, siento mi sangre caliente aunque no esté físicamente herida ni esté sangrando, siento el puñal en el medio del pecho a pesar de que mi corazón sigue latiendo.

Lo peor de esto, es que intentes jactarte de tenerme como tu retoño, de mi personalidad, de mis acciones. Pero ya no quiero que se trate de eso. Me siento sucia cuando es así, no me gusta sentirme de esa forma. Y lo más bajo es que me hagas creer que quieres escucharme, que buscas comprenderme, para que cuando me expreso, minimices mis sentimientos, emociones y problemas. Si es así como crees que funciona una relación, ya mismo llamo al expreso de la despedida.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Noche de ideas.

Volar separados o estrellarnos juntos.

Y ahora la encontré a ella.
No compartimos muchas cosas. Ella no lo lee, no conoce los escritos de mi favorito, no porque quiera o no sepa, simplemente no es lo mismo.

Pensé muchas veces que título podría ponerle a este escrito sin sentido, pero como solo son ideas sueltas, no supe tampoco decir cuál sería el tema en general. Supongo que no hay y por eso solo diré son eso: ideas.

Afortunadamente no hay dos iguales, pero desgraciadamente hay parecidos. Que desgracia y que fortuna encontrar el cambio en uno mismo.

Qué extraño que es el tema de las almas, como algunas son tan oscuras como un carbón y otras tan brillantes como una estrella. Es curioso cómo las acciones y reacciones las afectan, pero más que nada, el poder que tienen en todos nosotros y el Universo.

¿Y no es curioso como existen personas con tanta luz que atraen y expulsan la buena energía? ¿Qué pasa con ellos? ¿Tienen una batería sin fin? ¿O realmente tienen un botón de apagado en alguna parte de su existir que solo ellos conocen o que solo otras personas saben? Opino que tendríamos que cuidarlos, sé de algunos casos en que deben recargar su energía y su alma como si habláramos de un aparato electrónico, como si fuese un celular. Lo sé porque he llegado a ser de esa calaña. Pero la gente no entiende, o es ciega emocional, o no quiere ver ni sentir... y usa y abusa de todo lo positivo de una persona para después lanzarla al vacío en el que queda para expulsar lo negativo que aceptó, que recibió, que vivió, que observó. A veces, no tienen recuperación y se transforman en lo que buscaban mejorar. Otras veces... se recuperan de tal manera que se superan, que mejoran a tal nivel que es imposible no sentir admiración y orgullo por ellos. Y lo hermoso es que siguen con su labor y deseo de mejorar lo que en ocasiones es imposible de arreglar, de sanar. Pero son así, son salvadores, son la representación que la energía amarilla, la buena, tiene en este mundo que está lleno de crueldad. Son la esperanza de que, tal vez y solo tal vez, no todo está perdido.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Veintidós de septiembre.

Hoy es otro veintidós de septiembre, hoy es otro de tus cumpleaños, y quiero que sepas que ya no me dueles, ya no más. Hace dos años estábamos comprometidos, hace un año ya no estábamos juntos y este año ya no duele. Puede ser que mi mente esté centrada en otras cosas, puede ser que ya entendí que no mereces la importancia que seguía dándote o puede ser porque estoy aprendiendo a darme más valor. Y está bien. Sé que puedo seguir mejorando, sé que esto es el comienzo de una buena vida lejos de ti y tu fantasma.  En otro momento, ahora vendrían las gracias... pero ya está en el pasado, ya no tengo nada por lo cual agradecerte. Feliz cumpleaños.

miércoles, 1 de agosto de 2018

te amo

te amo en tus días malos y en los míos también.
te amo en tus mejores días y cuando la alegría no da más en los míos.
te amo cuando el sol cambia el lugar de la luna y cuando la luna quiere descansar.
te amo cuando el miedo a perderte es igual al miedo a perderme.
te amo con los manos en la tierra y los pies en el suelo.
te amo cuando hay más de 30 grados y cuando hay nevadas.
te amo con tu positivo y con tu negativo.
te amo cuando reís y cuando me dejas cuidarte.
te amo y no hay más vuelta que eso.

jueves, 28 de junio de 2018

Para siempre.

Nos prometimos un "para siempre" sin saber que iba a tener este tipo de final, nos prometimos un "para siempre" luego de pasar por unos cuantos "nunca más" que ahora son más reales que la promesa. Nos prometimos un imposible dentro de lo posible, nos prometimos lo que más queríamos, nos prometimos lo que estábamos listos para desafiar. Supongo que a veces las cosas se hacen para romperse y está bien. Una promesa más, una promesa menos. Nos perdono por hacer eso y, sobre todo, nos perdono por realizar esa promesa sin sentido y totalmente llena de fantasía. Y está bien, porque la vida se trata de eso, de mantener los sueños incluso cuando las esperanzas están perdidas, de seguir ilusionado aunque todos te tiren piedras. Y está bien porque es normal que los ganchos empiecen a oxidarse con el tiempo y, si eso pasa, evidentemente van a terminar saliéndose... A veces no hay repuesto para eso. Y lo acepto, ahora lo acepto, y te lo agradezco. Te agradezco por ese pequeño "para siempre", en el que me guiaste lo mejor que pudiste incluso cuando no debías y te herías.

miércoles, 9 de mayo de 2018

Fragmentos.

Y, desgraciadamente, sigues con el poder en tus manos. Y yo sigo con el hermoso trauma ahogándome. ¿Cómo sobrevivir así? Lo tuviste todo conmigo, ibas a tener más... y lo dejaste ir. Y ojalá algún día te des cuenta de que saboreaste lo mejor, pero que es demasiado tarde, porque ahora el sabor está en boca de alguien que valora más el gusto.

miércoles, 7 de marzo de 2018

Y lo hizo.

Recordó que el amarillo me hacía sentir bien, completamente en armonía y paz, que me llenaba de felicidad. Pero eso yo se lo había mencionado, así que no me sorprendió tanto como el hecho de que supiera que amaba y pertenecía a cierta casa de la famosa saga de Harry Potter, a Hufflepuff, porque eso sí que nunca se lo dije. O tal vez, no lo recuerdo, pero apuesto más a mi primera certeza. Y quiero creer que, posiblemente, recordó también un poco de sí misma porque demostró que se mantiene auto-encerrada. Por sobre todas las cosas, recordó cómo soy feliz con pequeñas cosas... capaz. Y lo hizo, hizo todo eso y una pizca más. Y lo agradezco, porque sigue sacándome nuevas sonrisas, esta vez más sinceras que nunca. Lo agradezco porque sigue llenándome el alma con sus palabras en mi defensa, porque un rayo de luz sigue apareciendo e iluminando el camino, mi camino.

viernes, 23 de febrero de 2018

Regla N°1

Nunca te arrepientas de algo. Si lo hiciste, es porque lo querías en su momento. Si lo dijiste, es porque lo sentías. Respeta a tu antiguo "yo", respeta sus decisiones y, sobre todo, asegúrate de que los demás también las respeten.

Nunca te lo dije.

Nunca te lo dije, nunca lo confirmé, pero siempre sentí que lo sabías y, a veces, creo que esperas a que salga de mi boca cada vez que nos vemos. Me da miedo. Nuestra época de enojos y decepciones ya pasó, no quiero volver a eso, no quiero volver a ser ese "yo", no mereces revolver en el pasado pero sé que sí mereces la verdad, que sea honesto contigo. Perdón por no serlo a un cien y solo a un noventa y nueve, pero temo que vuelvas a alejarte si digo las palabras y no quiero volver a arriesgar nuestro hilo rojo por mis errores, por errores que no se pueden enmendar pero sí podría haberlo evitado. Si ya lo sabes, perdóname. Si ya lo hiciste, te agradezco... Pero si es todo lo contrario, si ni siquiera lo sabes... lamento el puñal.

miércoles, 21 de febrero de 2018

No quisiera dejarte de hablar porque...

No quisiera dejarte de hablar porque iluminas mis días, porque sin ti me siento vacío, porque no le encuentro sentido a la diversión y los minutos pasan sin color. No quisiera dejarte de hablar porque tu ausencia sería significado de tristeza y te extrañaría demasiado que se transformaría en dolor. No quisiera dejarte de hablar porque no quiero permitir que la distancia se interponga entre nosotros. No quiero y ya.

martes, 20 de febrero de 2018

A diario.

Todos los días y noches me levanto y duermo pensando y sintiendo lo mismo, y paso el día entero sintiéndolo. Básicamente y en el lenguaje vulgar, te digo que estoy hasta las manos con ella. Siento que todo el amor que estoy sintiendo, dando y recibiendo, no da a basto en mi corazón. Se me infla el pecho y, con él, el alma de todo lo que me hace sentir. Esta sensación de pertenencia, de hogar, de felicidad y paz. Saber que ella me cuida y que me permite cuidarla, que me escucha y me deja escucharla... el hecho de transformarnos en un equipo. Podría describirlo, paso a paso, sentido tras sentido, emoción con emoción, y aún así no me alcanzaría porque se regenera a diario, es algo tan nuevo que se vuelve más nuevo. Podría hablarte de ella, de su sonrisa, de sus ojos, de sus labios, de su humor y su seriedad, de su cabello o sus curvas, de su corazón o de su energía... pero no sería capaz de parar después.