You should know...

Mi foto
Llevo 22 otoños sobreviviendo al mundo y viviendo en el medio de la nada, mientras plasmo el mundo en palabras desde mi punto de vista.

miércoles, 19 de junio de 2019

Bloqueada.

Creo que lo que nunca lograrás entender es que yo estaba dispuesto a ofrecerte mi amistad... pero solo si me eras sincera. Decidiste hacer las cosas por mi espalda y enojarte cuando te reclamé, porque, sí, te reclamé porque me dolió el engaño, la traición, después de todas las cosas que hice por nosotros. Tal vez, las cosas podrían haber sido diferente y la amistad que nunca tuvimos podría haber nacido, pero no. Tus acciones hicieron que me alejara y dijera cosas brutas, hirientes e impropias de mí. A veces y solo a veces, logro recordar y probablemente extrañar esas conversaciones que solían ser con o sin sentido, pero entretenidas y me hacían pasar el día. Supongo que es hora de buscar a alguien a quien sí le importe eso porque ya sé que a ti no, porque lo que sigues haciendo es burlarte de nuestro pasado, de lo que tuvimos y de lo que pasó.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Resentimiento.

El otro día volví a abrir ese mensaje, aquel que me hirió lo suficiente como para hacerme llorar hasta la madrugada, el mismo que hizo que tuviera a dos personas por teléfono intentando calmarme. Lo hice sin querer, no recordaba que estaba ahí y... no sentí el dolor, no sentí nada. Pero sé, en lo profundo de mi mente o tal vez mi corazón, que hay una pizca que todavía me incomoda. Si no es dolor, ¿qué es? Sí, eso mismo me pregunté y llegué a la conclusión de que es resentimiento. Preguntarás de qué y yo diré que es resentimiento de haberte permitido herirme así, resentimiento por tu actitud de herirme a gusto para luego intentar ir a fingir que te preocupaba mi amistad, resentimiento porque permití que todo este asunto sumara un gramo pesado y negativo a mi lucha de la autoestima, resentimiento porque sentí que perdí años entre otras cosas más que no pienso pronunciar en esta carta. La verdad es que no sé si algún día se desvanecerá este tipo de... esta "cosa", este resentimiento, pero estoy aprendiendo a vivir con ello y, así, a irle tirando tierra, a irlo enterrando.

viernes, 4 de enero de 2019

2019

Me resulta increíble el arte que nace de los corazones heridos, de los corazones rotos, de los corazones vacíos. Todo lo negativo tiende a transformarse en una belleza ya sea en forma escrita, oral o en forma de pinturas, incluso en el movimiento de nuestros cuerpos. Es arte de pies a cabeza. Me incluyo dentro de la gente que hace eso, aunque desconozco si puedo llamar arte en su totalidad a mis trabajos, a mis trocitos.

A veces quisiera cambiar eso. Me gustaría poder expresarme fácilmente cuando traspiro alegría, cuando exhalo felicidad o cuando otro sentimiento positivo me domina, pero se vuelve tan difícil... será porque preferimos, me incluyo nuevamente, en disfrutar ese buen momento antes que ceder a inmortalizarlo en las palabras, lo dejamos en la memoria como si no fuera algo que podría verse afectado o perdido, tal y como sucede con, por ejemplo, los pendrives que almacenan información y que, cada tanto, tal vez por causa del tiempo o vaya a saber qué, pierden su contenido.

Este año me he propuesto ser más positiva y, en parte, creo que esto podría considerarse como parte de la meta, ¿no es así? Pensando en eso, empecé a ver que podía apostar a ser más abierta aquí y cumplir de mejor manera con el objetivo que poseía este blog al principio.