You should know...

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Llevo 22 otoños sobreviviendo al mundo y viviendo en el medio de la nada, mientras plasmo el mundo en palabras desde mi punto de vista.

martes, 27 de noviembre de 2018

Hasta luego.

A veces uno se ve en la necesidad de buscar algo más de lo que ya tiene o de encontrar lo que perdió. Supongo que es mi momento. No puedo seguir fingiendo que soy el mismo cuando no es así, por lo que pido perdón a quien corresponda... pero aunque no pretendo ser el mismo de antes, si quiero estar en un lugar mejor y eso creo hallarlo en una ausencia de días.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

Papá.

Se suponía que ibas a ser el primer hombre que me generara confianza y, en lugar de eso, te encargaste de ser el primero en destruirla. Te encargaste de ser el culpable de la falta de confianza, de no poder ver a alguien sin dudar, de no ver sin segundas intenciones ajenas... todo porque no supiste tener valores que tus antepasados tampoco tuvieron, todo porque no supiste ser mejor que ellos.

Y ahora te crees mejor, más fuerte, más valiente, pero la realidad se resume a lo cobarde que sabes que eres, a lo cobarde que no quieres admitir que eres. ¡Qué rabia me da! Tu falta de empatía me hace entrar en cólera, siento las lágrimas correr por mis mejillas aunque no cae agua de mis ojos, siento mi sangre caliente aunque no esté físicamente herida ni esté sangrando, siento el puñal en el medio del pecho a pesar de que mi corazón sigue latiendo.

Lo peor de esto, es que intentes jactarte de tenerme como tu retoño, de mi personalidad, de mis acciones. Pero ya no quiero que se trate de eso. Me siento sucia cuando es así, no me gusta sentirme de esa forma. Y lo más bajo es que me hagas creer que quieres escucharme, que buscas comprenderme, para que cuando me expreso, minimices mis sentimientos, emociones y problemas. Si es así como crees que funciona una relación, ya mismo llamo al expreso de la despedida.

viernes, 16 de noviembre de 2018

Noche de ideas.

Volar separados o estrellarnos juntos.

Y ahora la encontré a ella.
No compartimos muchas cosas. Ella no lo lee, no conoce los escritos de mi favorito, no porque quiera o no sepa, simplemente no es lo mismo.

Pensé muchas veces que título podría ponerle a este escrito sin sentido, pero como solo son ideas sueltas, no supe tampoco decir cuál sería el tema en general. Supongo que no hay y por eso solo diré son eso: ideas.

Afortunadamente no hay dos iguales, pero desgraciadamente hay parecidos. Que desgracia y que fortuna encontrar el cambio en uno mismo.

Qué extraño que es el tema de las almas, como algunas son tan oscuras como un carbón y otras tan brillantes como una estrella. Es curioso cómo las acciones y reacciones las afectan, pero más que nada, el poder que tienen en todos nosotros y el Universo.

¿Y no es curioso como existen personas con tanta luz que atraen y expulsan la buena energía? ¿Qué pasa con ellos? ¿Tienen una batería sin fin? ¿O realmente tienen un botón de apagado en alguna parte de su existir que solo ellos conocen o que solo otras personas saben? Opino que tendríamos que cuidarlos, sé de algunos casos en que deben recargar su energía y su alma como si habláramos de un aparato electrónico, como si fuese un celular. Lo sé porque he llegado a ser de esa calaña. Pero la gente no entiende, o es ciega emocional, o no quiere ver ni sentir... y usa y abusa de todo lo positivo de una persona para después lanzarla al vacío en el que queda para expulsar lo negativo que aceptó, que recibió, que vivió, que observó. A veces, no tienen recuperación y se transforman en lo que buscaban mejorar. Otras veces... se recuperan de tal manera que se superan, que mejoran a tal nivel que es imposible no sentir admiración y orgullo por ellos. Y lo hermoso es que siguen con su labor y deseo de mejorar lo que en ocasiones es imposible de arreglar, de sanar. Pero son así, son salvadores, son la representación que la energía amarilla, la buena, tiene en este mundo que está lleno de crueldad. Son la esperanza de que, tal vez y solo tal vez, no todo está perdido.